EL DOPAJE

El deporte profesional, prácticamente en cualquiera de sus manifestaciones, no es sano.

Hace poco hablé con un fisio que atienda a jugadores profesionales de distintos deportes y me comentaba alguno de los problemas que padecen: espalda, hombros, rodillas, tobillos...
El nivel de exigencia es bestial, cada vez los calendarios son más apretados, más partidos, más carreras, más certámenes y siempre se les obliga a salir a ganar a sus adversarios.

Sé que el cuando se habla de dopaje se hace referencia casi siempre al ciclismo, pero es que si te paras a pensar la cantidad de kilómetros que hacen y el nivel de exigencia que tienen... Un amigo que compitió de joven me dijo que a las competiciones a las que iban, cuando un equipo destacaba por encima del resto se preguntaban qué es lo que se estarían metiendo para correr tan rápido, ¡y sólo eran carreras semiprofesionales! Por cierto, aprovecho para poner un enlace de la tristemente famosa Operación Puerto, animo a la gente a leerlo ya que es muy, muy interesante. Pero limitar el dopaje a ciertos deportes es negar la evidencia, ya que se han dado casos en prácticamente todos los deportes que exigen del cuerpo humano un sobreesfuerzo para poder competir al más alto nivel.

El problema es comparable al de defraudar a hacienda, salvando las distancias, y es que siempre van a existir más personas dispuestas a defraudar que las que vigilan el posible fraude, amén de aquellos inspectores corruptos, que "haberlos hailos".

Así pues disfrutemos del deporte, pero no pensemos que el dopaje es algo aislado o limitado a ciertas especialidades, no seamos tan necios como para creer que todos los récords, hazañas e hitos del deporte en general están limpios de polvo y paja, por que a buen seguro que no es así.