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domingo, 13 de marzo de 2011

ME LIÉ

Tengo un amigo que una víspera de nochebuena salió a comprar el pan "mandado" por su mujer a eso de las ocho de la tarde. Como es muy cumplidor, pasó por la casa de otro amigo que le había comentado que se iban a juntar esa noche unos cuantos para tomar algo.
El caso es que, en casa del amigo, empezaron tomando un vino que habían traído para la ocasión, luego vino la siguiente botella, luego la siguiente, luego otra más, después el anfitrión acabó cocinando unos centollos que tenía reservados para los suegros, otra botella de vino, después se dió cuenta de que tenía una botella de "MACALLAN" de la cesta de navidad...
El caso es que a las dos de la mañana, entre centollo y centollo y botella y botella, mi amigo se acordó de que había salido a comprar el pan, y empezó a buscar una excusa que presentar a su mujer ya que iba a regresar a casa unas cuantas horas después y ¡sin la maldita barra de pan!.
Entonces, iluminado por la gracia y obra del albariño tomado y del whisky bebido, ensayó la frase que le iba a soltar a su querida esposa:
"Cariño, me lié, ¡me lié!, me lieeee, ¿me lié?, me liee"...
Al sexto lié los que estabamos escuchando semejante discurso estábamos tirados por el suelo retorciéndonos de la risa, y pensando la que le iba a caer al pobre chaval que salió a buscar una barra de pan y, que no sabiendo ni cómo ni dónde, ni quién ni por qué, se envolvió en una espiral alcohólica que acabó siendo recordada durante años y años...

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